¿Qué son las amalgamas?
Empastar se refiere al proceso de limpiar una caries y llenar su espacio con un material biológicamente compatible. Este procedimiento repara la anatomía dental para devolverle su función, la oclusión y la estética adecuada. El objetivo es conseguir un buen sellado que impida que se vuelva a producir la lesión.
Durante muchos años se han realizado empastes con materiales inadecuados. Además de poco estéticos, han resultado perjudiciales para nuestra salud debido a su toxicidad. Este es el caso de las amalgamas, formadas por una mitad de mercurio, y otra mitad de plata, cobre, estaño y zinc. Con los años se ha visto que todos estos metales pesados pueden nocivos para el organismo, y también para el medio ambiente.
Empastes hechos con metales pesados
Los metales pesados son un grupo de elementos químicos con una densidad relativamente alta, por lo que el organismo no puede expulsarlos del todo. En consecuencia, el organismo se adapta a ellos y los distribuye por todo el cuerpo, intentando minimizar sus efectos.
Es ampliamente conocida la toxicidad de metales pesados para las personas y, en particular, del mercurio. Aunque este metal parece sólido dentro del empaste, en realidad es muy inestable y se desprende continuamente. Sus partículas acaban acumulándose en las encías, en las raíces dentales y los huesos hasta llegar al sistema nervioso.
Nuestra línea de trabajo es velar por la salud global de la persona. La boca no es un ente que se debe tratar de forma aislada del resto del organismo.
¿Porqué puede ser recomendable la retirada de las amalgamas?
Estudios científicos han demostrado que el mercurio de los dientes se va evaporando lentamente a partir de 20 °C, y la temperatura de la boca llega a 40 °C. Otros factores que lo potencian son la saliva, la masticación de chicle, el bruxismo y las bebidas o alimentos calientes.
Este metal es absorbido por el mismo cuerpo ya través de la sangre recorre el organismo instalándose en diferentes tejidos, donde puede provocar lesiones. Los órganos más vulnerables son el hígado, el corazón, los intestinos y los riñones, ya que trabajan como filtros sanguíneos. Además, los vapores se inhalan a través de las fosas nasales y van directamente al sistema nervioso central, donde pueden provocar daños irreparables.
Estos vapores también se inhalan parcialmente por los pulmones y las vías respiratorias de una forma bastante tóxica: los iones de mercurio. Las partículas de mercurio también pasan al intestino y pueden alterar su flora.
Algunos de los trastornos que se relacionan con las amalgamas son: inflamación de la mucosa bucal, dolores de cabeza, vértigos, problemas en la piel, alteraciones nerviosas y del sistema inmunológico, irritabilidad, cándidas, problemas del sueño, perturbaciones hormonales, fatiga crónica.
¿Cómo retirar las amalgamas de forma segura?
Es importante realizar una primera visita para saber si existen amalgamas en nuestros dientes y realizar una historia de vida que nos permita hacer valoración del estado de salud general de la persona. En la primera evaluación, se determinan cuáles empastes se aconsejan retirar y el orden de extracción.
Para cada persona, se elabora un plan de tratamiento totalmente personalizado.
Durante la retirada de los empastes seguimos un protocolo para preparar al paciente con el fin de minimizar el riesgo de intoxicación. En este proceso pueden ayudar los quelantes de metales, drenadores y otros suplementos, y las medidas higiénico - dietéticas. Durante el procedimiento hay que proteger tanto la a paciente como los profesionales y la consulta para que queden libres de contaminantes.
En lugar de la amalgama, se emplazan otros materiales biocompatibles y más respetuosos con el organismo. En el Institut de Teràpia Neural i Medicina Reguladora utilizamos composites (empastes blancos) libres de Bisfenol-A (BPA).
Posteriormente, se sigue una guía de consejos prácticos para seguir ayudando a eliminar las toxinas y los metales pesados del organismo.